Para los fabricantes de electrodomésticos cuyos productos requieren un control del flujo del agua, las nuevas regulaciones adquirieron una proporción global. Las directivas de bajo contenido de plomo de la restricción de sustancias peligrosas (Restriction of Hazardous Substances, RoHS) y la directiva de la Unión Europea 2002/95/EG entraban en conflicto con los procesos de soldadura heredados. Las diferencias regionales contribuyeron a la ineficiencia en el ensamblado. Las incertidumbres con respecto a los costos se originaron en los precios volátiles de los bienes.